martes, 2 de enero de 2007

MUJERES QUE SE CONVIRTIERON EN ROCAS


Si te fijas bien las leyendas se encuentran en todas partes. Y las hay de diferentes orígenes. Esta historia tiene su inicio en lo más sur de la zona sur de La Paz. En el Valle de las Áminas... ¿Sabes dónde queda? Bueno en el camino a este valle te encontrarás con los barrios de Calacoto, Cota Cota, Chasquipampa, Ovejuyo, Apaña, Uni y el gran Valle de las Ánimas.

Cuenta la leyenda, que en estas tierras mágicas las personas se pueden convertir en piedra... Hace mucho, mucho tiempo, cuándo la gente comenzó a poblar estas laderas de la ciudad, muchas mujeres iban a lavar sus ropas, donde comienza el río. Llegaban desde muy temprano y se iban a sus casa muy tarde.

Esto comenzó a molestar al Espíritu de la Vertiente de donde nacía el río, porque sus aguas poco a poco se ensuciaban con el jabón, poke y suciedad que la gente dejaba los días que lavaban su ropa en sus claras y mansas aguas.

Un día molesto llamó al dios del Viento y le contó su gran enojo. En ese instante él le propuso que cuando atardeciera soplaría tan fuerte sobre los humanos que estén en las orillas del río que se convertirían en piedras.

Por esta razón los vecinos de la zona y especialmente las mujeres no se acercan a este río más allá de las 18.00, antes de que se ponga el sol y el viento helado comience a soplar, para convertirlos en parte de la roca que lo rodea.

Esta narración cobra algo de vida cuándo se ven pequeños cerritos con forma de cholitas, incluso hay quienes reconocen en la figura el sombrero y la gran manta que las cubre.

En el Valle de las Ánimas el Viento todavía juega entre las montañas, entra y sale haciendo un ruido parecido a un UUUUU, como los fantasmas. Pero no te asustes, tan sólo es el viento que pasa entre las quebradas de las montañas del Valle.

A esa tonada le acompañan las aguas de la Vertiente que pasa por debajo de estas tierras, que cuando se pone el sol tiene la forma de un clavicordio, antiguo piano de iglesia, conformado por grandes tubos. Anímate a visitar ese hermoso lugar... Mas ten cuidado, no ensucies este hermoso lugar o sus vertientes.

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