viernes, 15 de febrero de 2019

CUIDATE DE LAS FLECHAS DE CUPIDO


Silencio, todo debe estar en absoluto silencio para que pueda dar en el blanco... Crack! ¿Ves? Ya se dio la vuelta, te dije que no hicieras nada de ruido, lástima que sólo eres mi sombra y no hablas conmigo.

¿Y tú quien eres? .... ¿Me puedes ver?... Ah, bueno si ese es tu nombre. Yo soy Cupido, el pequeño dios del  amor, me gusta jugar con las personas y hacer que se enamoren unos de otros, y así llenar el planeta de mucho amor.
 
Para eso tengo estas flechas invisibles y cuando doy en el blanco los síntomas son siempre los mismos: sienten mariposas en el estómago, la piel de gallina, se olvidan de todo y no le dan importancia a nada de lo que sucede a su alrededor; es como si estuvieran en la luna.

¡No! No te asustes, no voy a flecharte, sólo tengo que acomodar mis alas, es que se me adormecieron. Son blancas y suaves como las de una pequeña paloma, pero, fuertes como para levantarme por horas ¿Te gustaría tocarlas?... Ja ja ja ja ja, me  haces muchas cosquillas....
 Bueno, como me caes tan bien te contaré más sobre mi, para que me conozcas mejor. Nací en la antigua Grecia. Mi madre es Venus, la diosa de la belleza, ella sí que hace honor a su título, pues es taaaaan hermosa que cuando visita el  monte Olimpo todos en la corte de mi abuelo Zeus  se dan la vuelta para verla.

Ella me enseñó a volar entre los humanos sin que se dieran cuenta de que estoy ahí. No te asombres, tú me puedes ver porque me pescaste “in fraganti", tratando de lanzar una de mis flechas mágicas.

En que iba... Ah sí, hago mis travesuras sin que nadie me vea, lanzo saetas a todas las personas que veo, y aunque soy muy pequeño ya llevo muuuchos años haciendo esto, desde el principio de la tierra, cuando eran los dioses quienes la habitaban. 

Pero, no creas que todo es diversión.  Mi trabajo es muy difícil y complicado. A veces las cosas no salen como las planeo y los problemas que se me arman son tan grandes que  Zeus, el rey de todos los dioses me llama para reñirme y ver cómo voy a solucionar esos errores.

Ahora que sabes de donde vengo y lo que hago. Debo preguntarte 
si quieres ser mi amigo y acompañarme a llevar un mensaje de amor, a todos los hombres de este mundo. Te prometo que te divertirás, como nunca, lo único que debes hacer es dar mucho cariño a los que te rodean.