EN LA NATURALEZA EXISTEN MUCHOS SABIOS

Mmmm, ¿Se lo decimos? ... ¿Debemos hacerlo? Tenemos que consultarlo en una reunión. ¡Crak! ... ¡¡¡Oooh, creo ya nos escucho!!!

Hola, no te asustes somos Ents, árboles que podemos hablar y caminar, pero, somos muy  indecisos... Bueno, no me mires así, muy indecisos.

Es probable que no nos entiendas cuando hablamos, pues usamos muchas palabras para decir algo que tú lo harías en unas pocas.

Tal ves en ocasiones te desespere mi paciencia, es que permanecer tantos años en el mismo lugar te enseña a esperar que las cosas sucedan cuando deben suceder y no apresurar la vida.

Soy tan alto como me lo permiten los años que transcurrieron, por lo general llego a medir más de ocho metros. Por eso mis piernas son muy largas y no se doblan porque no tengo rodillas, pero soy muy veloz cuando camino por los parques de tu ciudad. Lástima que en la actualidad estén construyendo tantos edificios y quitando los espacios verdes en los de nosotros vivimos.
Como verás tengo ramas en vez de brazos y mis manos tienen siete dedos, con ellas puedo aplastar el metal o las rocas cuando me atacan o hacen daño a mis amigos.

Mis ojos marrones muestran un mundo lleno se sabiduría; pero cuando me enojo mis ojos asustan a todos, porque no me gustan las injusticias. Pues yo también siento como tú,  soy medio hombre y medio árbol.

Cuenta la historia que nacimos hace muchos siglos de la Reina de la Tierra, y por eso somos los guardianes de los árboles del universo.

Otra de las cosas que me gusta hacer, es estudiar los idiomas de los humanos y en eso tú me puedes ayudar. Necesito que me enseñes tu idioma para entender porque algunos niños y niñas no creen que sentimos y nos lastiman arrancando nuestras hojas y flores, pateándonos, quemándonos y gravando sus nombres en nuestro cuerpo.

Ahora que me conoces no me olvides, porque eso me haría muy triste y si eso ocurriera quedaré dormido para siempre, como mis hermanos.
Ah, me olvidaba. El consejo que te vine a dar, es que disfrutes de tu niñez, vívela  paso a paso, poco a poco. 

Escucha con paciencia a un Ent
*Los Ents pertenecen a la mitología del Señor de los Anillos, historia escrita por Tolken.

Son mágicos y hablan con el corazón

Hola, ¿Hay alguien en casa? Parece que no. Pero... algo se mueve por allí... ¡Te encontré! ¿Cómo te llamas? ... Mmm... es un bonito nombre, ¿Me ayudas a escoger uno para mi? Mientras tanto te contare mi historia.

Vengo de la raza de los Meara, corceles blancos  o gris plateado. Se nos conoce como príncipes de los caballos con poderes mágicos y maravillosos, por eso los hombres malos nos persiguen buscando el secreto de nuestra magia.

Nuestra fama de salvajes y orgullosos está bien merecida, pues sólo dejamos  que nos monten príncipes de linaje, pero, como tu corazón es limpio y sé que no me lastimarás,  dejaré que me acompañes. Soy veloz como el viento... cuando quieras te llevaré a dar un paseo montado en mi lomo, no necesitas ponerme sillas o brindas, yo te cuidaré muy bien, ya verás cómo nos divertiremos.

Mi vida es tan larga que he visto como cambia el hombre a través de los tiempos y los inventos que crea para que su viada sea más cómoda. Con el pasar de los años he visto que en tu raza también existen sabios; sin embargo no saben que hacer con ellos. Los llevan a lugares llamados asilos y muchas veces los olvidan. En cambio nosotros usamos nuestra sabiduría para hacer el bien y con prudencia podemos ayudar al que lo necesite sin hacer daño a otros seres.

Y aunque no podemos hablar, entendemos el idioma de los humanos. En éste momento te hablo por medio del corazón. No te sorprendas por entenderme, es que tú eres niño y los niños entienden el lenguaje que se basa en el amor.

Ahora bien, ¿Ya pensaste en mi nombre?... ¿Sí?... Dímelo suavecito al oído.... mmm... que bonito, gracias.

Me quedaré contigo un momento más, pues debo ir a visitar a mis  amiguitos que se encuentran en otras partes del mundo. Desde hoy cuando te sientas solito, recuerda que puedes pensar en mi y yo vendré a verte para cuidar tus sueños por la noche.


Escucha al Meara

El Meara pertenece a la mitología del Señor de los Anillos, historia escrita por Tolken.

CUIDATE DE LAS FLECHAS DE CUPIDO

Silencio, todo debe estar en absoluto silencio para que pueda dar en el blanco... Crack! ¿Ves? Ya se dio la vuelta, te dije que no hicieras nada de ruido, lástima que sólo eres mi sombra y no hablas conmigo.

¿Y tú quien eres? .... ¿Me puedes ver?... Ah, bueno si ese es tu nombre. Yo soy Cupido, el pequeño dios del  amor, me gusta jugar con las personas y hacer que se enamoren unos de otros, y así llenar el planeta de mucho amor.

 

Para eso tengo estas flechas invisibles y cuando doy en el blanco los síntomas son siempre los mismos: sienten mariposas en el estómago, la piel de gallina, se olvidan de todo y no le dan importancia a nada de lo que sucede a su alrededor; es como si estuvieran en la luna.

¡No! No te asustes, no voy a flecharte, sólo tengo que acomodar mis alas, es que se me adormecieron. Son blancas y suaves como las de una pequeña paloma, pero, fuertes como para levantarme por horas ¿Te gustaría tocarlas?... Ja ja ja ja ja, me  haces muchas cosquillas....

 Bueno, como me caes tan bien te contaré más sobre mi, para que me conozcas mejor. Nací en la antigua Grecia. Mi madre es Venus, la diosa de la belleza, ella sí que hace honor a su título, pues es taaaaan hermosa que cuando visita el  monte Olimpo todos en la corte de mi abuelo Zeus  se dan la vuelta para verla.

Ella me enseñó a volar entre los humanos sin que se dieran cuenta de que estoy ahí. No te asombres, tú me puedes ver porque me pescaste “in fraganti", tratando de lanzar una de mis flechas mágicas.

En que iba... Ah sí, hago mis travesuras sin que nadie me vea, lanzo saetas a todas las personas que veo, y aunque soy muy pequeño ya llevo muuuchos años haciendo esto, desde el principio de la tierra, cuando eran los dioses quienes la habitaban. 

Pero, no creas que todo es diversión.  Mi trabajo es muy difícil y complicado. A veces las cosas no salen como las planeo y los problemas que se me arman son tan grandes que  Zeus, el rey de todos los dioses me llama para reñirme y ver cómo voy a solucionar esos errores.

Ahora que sabes de donde vengo y lo que hago. Debo preguntarte 

si quieres ser mi amigo y acompañarme a llevar un mensaje de amor, a todos los hombres de este mundo. Te prometo que te divertirás, como nunca, lo único que debes hacer es dar mucho cariño a los que te rodean.

ESCUCHA A CUPIDO